Como
cada año, con motivo de la celebración del Día Internacional del Libro, el
departamento de Lengua castellana y Literatura del IES "Fuente
Roniel" falló el certamen literario que celebra por tercer curso
consecutivo en sus tres categorías.
El premio del primer ciclo ha sido concedido ex aqueo a
las alumnas, de 1º de ESO B y C, Carmen María Piñero Morgado y a Ana Rosa
Guerrero por la capacidad que ambas han demostrado al actualizar el personaje
literario, de los cuentos tradicionales, "Caperucita Roja".
El relato Más allá de lo real de Esperanza Rosa Guerrero
-4º de ESO A- ha sido el texto premiado en la categoría de segundo ciclo
de ESO, mientras que Ana López Moreno, alumna de 1º del ciclo formativo
de Integración Social ganó en la modalidad de Ciclos Formativos y Bachillerato.
En esta ocasión, las dos jugaron con Cervantes, Don Quijote, Sancho Panza o
Rocinante para crear historias reflexivas, en las que predominan las fluidez y
dos finales sorprendentes.
El premio, para todas las categorías, ha consistido en un
cheque-regalo, valorado en 30€ y canjeable por material escolar. Además, el
relato Más allá de lo real fue publicado en la edición impresa de mayo
del periódico comarcal La Gaceta Independiente.
Publicamos, a continuación, los textos premiados y
algunas imágenes de la entrega de premios.
Categoría
de 1º ciclo de ESO
CAPERUCITA ROJA
Érase una vez una niña alegre, simpática y divertida, a la que todo el
mundo conocía como Caperucita Roja, porque siempre llevaba una capucha roja que
le hizo su abuela.
Como todas las tardes, Caperucita se fue a jugar al parque con sus
amigas, después de estudiar y hacer la tarea. Cuando llegó a su casa, al abrir
la puerta, escuchó gritos y fuertes golpes. Se quedó un poco parada por el
miedo y, al entrar, vio a su padre borracho, insultando y pegando a su
madre, que lo único que hacía era llorar y cubrirse la cabeza con las manos,
protegiéndose de los golpes que le daba aquel hombre.
Caperucita salió de su casa corriendo y asustada sacó su móvil ( que le
regaló su madre cuando hizo su primera comunión) y llamó al 016. Llorando les
contó lo que pasaba. En pocos minutos la policía estaba allí. Entraron y se llevaron
esposado a aquel hombre que maltrataba a su madre.
Desde entonces empezaron a vivir más felices, pero siempre preguntándose
qué es lo que pasaría si un día volviese.
Carmen María Piñero Morgado 1º B ESO
LAS CAPERUCITAS
Una feliz familia vivía en un lugar muy cercano a una transitada
carretera; debido a esto, la joven madre acompañaba diariamente al colegio a
sus pequeñas caperucitas y caminaban las tres tomadas de la mano, teniendo
especial cuidado al toparse con la carretera. Las pequeñas hasta el momento no
tenían permiso de cruzar solas. Uno de tantos días la madre recibió en su
teléfono una llamada urgente del trabajo, la cual tuvo que atender; le exigían
su presencia de inmediato, por lo tanto se vio en la necesidad de dejar que las
gemelas continuaran el camino solas.
Más tarde despidió a las niñas, dándoles indicaciones para que no se
soltasen de la mano y tuvieran mucho cuidad al cruzar. Las dos pequeñas
no siguieron las instrucciones de su madre y se les olvidó cruzar por el camino
correcto, que era el paso de peatones y, sin pensarlo dos veces, atravesaron la
carretera. Apenas se giraba la madre , cuando se escuchó un golpe muy fuerte a
sus espaldas; volteó de inmediato para ver con terror que sus hijas estaban
debajo de un camión y que habían sido atropelladas perdiendo su vida al
instante.
Está claro que las caperucitas no siguieron el camino principal.
La pena duró mucho tiempo, pero, transcurridos cuatro años, la
madre dio a luz de nuevo a otras caperucitas. Estas eran muy parecidas a sus
fallecidas hermanas, lo cual le hacía tener presente aquel fatal accidente.
Esta vez tenía una terrible obsesión por su cuidado y no les permitía estar
cerca de ningún peligro, en especial aquella temida carretera.
Pero no podía estar detrás de ellas las 24 horas y un día se
vieron muy cercanas al peligroso lugar; decididas a cruzar, miraron hacia los
dos lados. No había ningún coche y ,con un paso en el asfalto, fueron tomadas
del hombro bruscamente por su madre, quien lloraba desconsoladamente, diciendo:
-¡No crucéis!
Al instante recibió una respuesta inesperada de las dos pequeñas:
-No pensábamos cruzar, ya nos atropellaron una vez. No volverá a
suceder...
Moraleja: Si desobedecemos los consejos de las
personas que nos quieren, podremos pagarlo muy caro.
Ana Rosa Guerrero 1ºC
ESO
Categoría de 2º
ciclo de ESO
MÁS ALLÁ DE LO REAL
Érase una vez una noche encantada en la que, sin saber cómo, el escritor Miguel
de Cervantes revivió. Lo hizo únicamente con un objetivo: luchar en una de las
muchas batallas que había escrito. Por tanto, se hizo de un escudo y de una
espada y , montado en su caballo, dirigió un ejército imaginario hacia un lugar
de Castilla La Mancha.
Después de varias horas, a lo lejos pudo observar a un caballero alto y delgado
dispuesto a ser el contrincante del escritor. Sin más comenzó la batalla, en la
que los únicos que eran de carne y hueso eran Miguel de Cervantes y aquel
caballero que resultaba familiar. Poco a poco la distancia entre ellos
disminuía y las armas estaban preparadas para la lucha. Pero cuando apenas hubo
unos metros entre ellos , ambos se pararon y se miraron entre sí. Tras varios
minutos de duda, el escritor descubrió que aquel caballero medio loco era Don
Quijote, el protagonista de su mejor novela. Por el contrario, éste no
reconoció a Cervantes, aunque le resultaba familiar. Pero antes de que el
escritor le devolviera la memoria, Don Quijote se lanzó a la lucha dispuesto a
matar a su creador, aunque lo que no sabía era que, si moría, él también
fallecería. Por tanto, en cuanto le hizo un corte en el brazo, Don Quijote
observó que , al igual que Cervantes, su brazo también estaba sangrando y así
sucesivamente. En ese momento el escritor aprovechó para explicarle a Don
Quijote el porqué de ello y éste lo reconoció al instante.
Después de esto, Cervantes y Don Quijote añadieron un nuevo capítulo a El
Quijote, relatando lo ocurrido entre ellos. Hasta ahora nadie ha encontrado
aquel último fragmento de esta novela , por lo que permanece perdido en algún
lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme.
Esperanza Rosa Guerrero 4º
A ESO
Categoría de Bachillerato y Ciclos Formativos.
[ …] Después de
quitarnos la capa extensa de polvo que nos atrapaba en aquel sucio agujero, Don
Quijote, Dulcinea, el inculto de Sancho Panza y un servidor, nos disponíamos a
“conocer” el futuro tan incierto que imaginaban cada día.
Lo primero que les extrañó fue la rapidez
con que la gente fluía por sus calles , iban a trote, pero sin caballo,
hablando a solas y ¡contestándose ellas
mismas! Algunas llevaban una especie de cuerdas que le salían por las orejas y
Dulcinea no dejaba de gritar que eran bombas. Sancho Panza, por su parte, era
incapaz de quitar la vista a quienes, de buenas a primeras y cuando un palo de
luces de colores emitía una verde, galopaban por las calles temerosos de las
máquinas con ruedas que amenazaban con matarlos . Y allí estaba él, el loco de
Don Quijote. Podía vérsele atravesando la jauría, queriendo ponerse a salvo de
un niño y al mismo tiempo creyendo que estaba salvando al pequeño. Si vierais
el espectáculo... ¡Llevaba una tablet en la mano, lanzándole conjuros para que salieran esas
páginas de ahí! En fin, menos mal que el pobre hombre no ha visto los molinos
electrónicos que tenemos ahora y las personas que ,a través de las pantallas,
no dejan de mirarte mientras te dicen que han muerto miles de nosotros en una
guerra, haciéndote a ti partícipe de ella; que ahora el pueblo es más pueblo
que nunca y los de arriba casi tocan el cielo; que no hay brujos ni dioses, hay
uno y está forrado. Menos mal que todavía no han podido ver más allá de la
simple fachada de hipocresía y perfección que hay en todo el mundo
PD. Saludos de DJ Rocinante.
Ana López Moreno. 1º de Integración
Social
No hay comentarios:
Publicar un comentario